lunes, 20 de enero de 2020

¿Qué significa la ley del “ojo por ojo”?


La ley del “ojo por ojo” formaba parte de las leyes que Dios dio a los israelitas mediante Moisés. Además, Jesús la mencionó en el Sermón del Monte (Mateo 5:38; Éxodo 21:24, 25; Deuteronomio 19:21). Según esta ley, el castigo que se imponía a un malhechor tenía que ser proporcional al mal que había cometido. *

Esta ley se aplicaba a quienes hacían daño a propósito a otras personas. En esos casos, la Ley mosaica decía: “Fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; la misma clase de defecto que le cause al hombre, eso es lo que se le debe causar a él” (Levítico 24:20).

 ¿Cuál era el objetivo de la ley del “ojo por ojo”?

La ley del “ojo por ojo” no daba permiso para vengarse. Más bien, ayudaba a los jueces nombrados a imponer castigos apropiados, ni demasiado severos ni demasiado blandos.

Esta ley también servía como medida disuasoria para los que hicieran daño a otros de manera intencionada o estuvieran pensando en hacerlo. Como la Ley misma explicaba, quienes vieran cómo se ponía en práctica la justicia de Dios tendrían miedo y nunca volverían a “hacer ninguna cosa mala como esta” (Deuteronomio 19:20).

 ¿Deben seguir los cristianos la ley del “ojo por ojo”?

No, los cristianos ya no están obligados a seguir esta ley. Era parte de la Ley mosaica, que quedó anulada con la muerte de Jesús (Romanos 10:4).

De todos modos, esta ley nos ayuda a entender la manera de pensar de Dios. Por ejemplo, muestra que Dios valora la justicia (Salmo 89:14). También nos enseña que él considera justo que quienes hacen algo malo deben ser castigados “hasta el grado debido” (Jeremías 30:11).

 Conceptos erróneos sobre la ley del “ojo por ojo”

Lo que algunos creen: La ley del “ojo por ojo” era demasiado severa.

La verdad: Esta ley no favorecía que se aplicara la justicia de manera severa ni cruel. De hecho, cuando se aplicaba correctamente, los jueces nombrados solo podían decidir el castigo después de analizar las circunstancias y el grado de intencionalidad del ofensor (Éxodo 21:28-30; Números 35:22-25). Por lo tanto, la ley del “ojo por ojo” evitaba que se impusieran castigos excesivos.

Lo que algunos creen: La ley del “ojo por ojo” promovía un ciclo interminable de venganza.

La verdad: La Ley mosaica decía: “No debes tomar venganza ni tener rencor contra los hijos de tu pueblo” (Levítico 19:18). Así que, en vez de promover la venganza personal, la Ley animaba a confiar en Dios y en el sistema legal que él había establecido para corregir cualquier mal (Deuteronomio 32:35).

domingo, 16 de diciembre de 2018

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martes, 13 de diciembre de 2016

El verdadero origen de la Navidad

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¿LE PARECE importante saber la verdad sobre temas espirituales? En ese caso, tal vez se haya planteado estas preguntas: 


1) ¿Nació Jesús realmente un 25 de diciembre? 
2) ¿Fueron tres los supuestos reyes magos, y a qué se dedicaban en realidad? 
3) ¿Qué tipo de “estrella” los condujo hasta Jesús? 
4) ¿Qué tiene que ver Santa Claus, o Papá Noel, con Jesús y su nacimiento?
5) ¿Cómo ve Dios la costumbre navideña de dar regalos o, dicho de forma más precisa, de intercambiarlos?

Analizaremos estas preguntas a la luz de la Biblia y los hechos históricos.

1) ¿Nació Jesús realmente un 25 de diciembre?

La costumbre. Según la tradición, el nacimiento de Jesús tuvo lugar un 25 de diciembre. El Diccionario abreviado Oxford de las religiones del mundo define Navidad como la “fiesta cristiana que conmemora el nacimiento de Jesús, celebrada el 25 de diciembre”.

Sus raíces. “La elección del 25 de diciembre no tiene fundamento en la Biblia —explica The Christmas Encyclopedia—, sino en las fiestas romanas paganas que se celebraban a finales del año”, aproximadamente en la época del solsticio de invierno, cuando los días empiezan a alargarse, en el hemisferio norte. Aquellas fiestas incluían las Saturnales, en honor de Saturno, dios de la agricultura, “y las fiestas combinadas de dos dioses solares, el romano Sol y el persa Mitra”, señala la misma enciclopedia. Estas últimas conmemoraban el nacimiento de ambos dioses y se celebraban el 25 de diciembre, fecha del solsticio de invierno según el calendario juliano.

Aquellas fiestas paganas comenzaron a “cristianizarse” en el año 350, cuando el papa Julio I designó el 25 de diciembre como día del cumpleaños de Jesús. “La Natividad asimiló o suplantó gradualmente todos los demás ritos del solsticio —indica la Encyclopedia of Religion—. La imaginería solar se utilizó cada vez más para representar al Cristo resucitado (a quien también se llamó Sol Invicto), y el viejo disco solar [...] se convirtió en el halo de los santos cristianos.”

Lo que dice la Biblia. Las Escrituras no mencionan la fecha del nacimiento de Jesús, pero podemos estar seguros de que no nació un 25 de diciembre. ¿Por qué? La Biblia revela que cuando nació Jesús había pastores que “vivían a campo raso” y cuidaban sus rebaños de noche cerca de Belén (Lucas 2:8). Ahora bien, en octubre solía empezar la estación fría y lluviosa, y para diciembre, el frío se intensificaba e incluso venía acompañado de nevadas. Entonces, los pastores —en especial los de las tierras altas más frías, como las que rodeaban Belén— guardaban sus rebaños en refugios por las noches.*

Un hecho significativo es que los primeros cristianos, muchos de los cuales habían acompañado a Jesús en su ministerio, no celebraron su cumpleaños en ninguna fecha. Más bien, en armonía con lo que él les mandó, solo conmemoraron su muerte (Lucas 22:17-20; 1 Corintios 11:23-26). No obstante, puede que algunos se pregunten si importa realmente la conexión con el paganismo. La respuesta es que a Dios sí le importa. Jesucristo dijo: “Los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad” (Juan 4:23).

2) Los “reyes magos”: ¿cuántos eran y a qué se dedicaban en realidad?

La costumbre. Suele representarse a tres “reyes magos” que llegan desde el Oriente guiados por una “estrella” y ofrecen regalos al niño Jesús en el pesebre de un establo. A veces también aparecen pastores en las escenas.

Sus raíces. Aparte del breve relato de las Escrituras, “todo esto no deja de ser una simple leyenda sin base bíblica alguna, llevada de un lado a otro por la tradición”, señala el Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento.

Lo que dice la Biblia. La Biblia no dice cuántos eran. Puede que fueran dos, tres, cuatro o más. La palabra para designarlos en el idioma original es mágoi, y no significa reyes, sino astrólogos o hechiceros, que, según la Biblia, eran algo “detestable a Jehová” (Deuteronomio 18:10-12). Debido al largo viaje que hicieron desde el Oriente, los astrólogos no pudieron llegar a tiempo de visitar a Jesús en el establo. Más bien, después de quizás meses de viaje, “entraron en la casa” donde vivía. Allí vieron “al niñito con María su madre” (Mateo 2:11).

3) ¿Qué tipo de estrella condujo a los astrólogos?

Podemos hacernos una idea pensando en lo que la estrella hizo. Por una parte, no llevó a los hombres directo a Belén, sino a Jerusalén, donde sus preguntas sobre Jesús llegaron a oídos del rey Herodes. El rey “mandó llamar secretamente a los astrólogos”, quienes le hablaron del recién nacido “rey de los judíos”. Herodes entonces les dijo: “Hagan una búsqueda cuidadosa del niñito, y cuando lo hayan hallado vuelvan e infórmenme”. No obstante, el interés de Herodes en Jesús no era bienintencionado, ni mucho menos. En realidad, aquel gobernante orgulloso y despiadado estaba decidido a acabar con Jesús (Mateo 2:1-8, 16).

Curiosamente, la “estrella” condujo después a los astrólogos hacia el sur hasta Belén y, una vez allí, “se detuvo” sobre la casa donde estaba Jesús (Mateo 2:9, 10).

Es obvio que no se trataba de una estrella normal. Además, si Dios había enviado ángeles a informar a humildes pastores del nacimiento de Jesús, ¿por qué habría de recurrir a una estrella para guiar a astrólogos paganos, primero hasta su enemigo y luego hasta el propio Jesús? La única conclusión razonable es que la estrella fue una artimaña siniestra de Satanás, que es capaz de tales manifestaciones (2 Tesalonicenses 2:9, 10). Resulta paradójico que en la punta de los árboles de Navidad se coloque un adorno llamado la estrella de Belén.

4) ¿Qué tiene que ver Santa Claus con Jesús y con su nacimiento?

La costumbre. En muchos países se considera que Santa Claus es el que trae regalos a los niños.* Los pequeños suelen escribirle para pedirle regalos que, según la tradición, fabrica con la ayuda de unos geniecillos en su cuartel general en el Polo Norte.

Las raíces. Según la costumbre popular, el mito de Santa Claus debe su origen a San Nicolás, arzobispo de Mira, ciudad de Asia Menor (la actual Turquía). Según el Diccionario de los santos, “las noticias sobre su vida son escasas y llenas de elementos legendarios”. Santa Claus es, al parecer, una abreviatura del nombre latino Sanctus Nicolaus. Así que tanto desde el punto de vista histórico como bíblico, Santa Claus no tiene nada en común con Jesucristo.

Lo que dice la Biblia. “Ahora que han desechado la falsedad, hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo”. Nuestro “prójimo” más cercano son los miembros de nuestra familia (Efesios 4:25). La Biblia también dice a los siervos de Dios que “amen la verdad” y “habl[en] la verdad en su corazón” (Zacarías 8:19; Salmo 15:2). Claro, decir a los niños que Santa Claus, o los reyes magos, son quienes les traen los regalos puede parecer inocente, pero ¿está bien o es sensato engañar a los pequeños, aunque no sea con mala intención? ¿No le parece irónico que se engañe a los niños en una ocasión supuestamente dedicada a honrar a Jesús?

5) ¿Cómo ve Dios los regalos y los festejos de Navidad?

La costumbre. Dar regalos en Navidad se sale de lo normal porque implica principalmente un intercambio. La temporada de Navidad se caracteriza por las fiestas, el comer y el beber.

Sus raíces. Las antiguas fiestas romanas de las Saturnales comenzaban el 17 de diciembre y concluían el 24 con el intercambio de regalos. Las casas y las calles se llenaban del ruido de banquetes, borracheras y juergas desenfrenadas. Luego se celebraba el primero de enero con un festejo que solía durar tres días. Es probable que las Saturnales y el primero de enero formaran parte de una sola fiesta.

Lo que dice la Biblia. La alegría y la generosidad caracterizan a la adoración verdadera. La Biblia invita: “Estén gozosos, ustedes los justos; y clamen gozosamente” (Salmo 32:11). Ese tipo de gozo suele estar relacionado con la generosidad (Proverbios 11:25). Jesucristo aseguró: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20:35). Y exhortó: “Practiquen el dar”, o lo que es lo mismo, hagan que dar sea una acción habitual en su vida (Lucas 6:38).

Dar de esa forma es muy diferente de hacerlo por obligación o como parte de un rito, tal vez por una costumbre social. La Biblia describe el auténtico espíritu de generosidad en estos términos: “Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, ‘porque Dios ama a la persona que da con alegría’” (2 Corintios 9:7, Nueva Traducción Viviente). Quienes siguen estos excelentes principios bíblicos dan porque su corazón generoso los motiva a hacerlo, sea cual sea la época del año. No hay duda de que esa forma de dar cuenta con la bendición de Dios y nunca resulta una carga.

Una falsificación


Cuando se examinan a la luz de las Escrituras, prácticamente todos los aspectos de la Navidad son de origen pagano o fruto de la distorsión de los relatos bíblicos. Por lo tanto, las costumbres de Navidad son cristianas solo de nombre. ¿Cómo llegaron a adoptarse? Siglos después de la muerte de Cristo, y tal como la Biblia había predicho, se levantaron falsos maestros (2 Timoteo 4:3, 4). Estos hombres sin escrúpulos estaban más interesados en hacer agradable el cristianismo a las masas paganas que en enseñar la verdad. Por lo tanto, gradualmente fueron adoptando fiestas religiosas paganas populares y poniéndoles la etiqueta de “cristianas”.

Estos falsos maestros —advirtió la Biblia— “los explotarán a ustedes con palabras fingidas. Pero en cuanto a ellos, el juicio desde lo antiguo no se mueve lentamente, y la destrucción de ellos no dormita” (2 Pedro 2:1-3). Los testigos de Jehová se toman en serio dicha advertencia, igual que el resto de la Biblia, a la que consideran la Palabra escrita de Dios (2 Timoteo 3:16). Por ello, rechazan las costumbres o celebraciones religiosas falsas. ¿Los ha privado tal postura de ser felices? Al contrario. Como veremos a continuación, ahora saben por experiencia que la verdad bíblica es liberadora.



Parece que Jesús nació en el antiguo mes judío de etanim, que correspondía a parte de septiembre y parte de octubre. (Véase la obra de consulta Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1, página 881, editada por los testigos de Jehová.)

En muchos países de habla hispana son los reyes magos, y no Santa Claus, quienes traen los regalos. Pero en ambos casos, los regalos son la idea principal.



QUIEN SIEMBRA MALA HIERBA, RECOGE MALA HIERBA


Hubo una época en que las autoridades eclesiásticas lucharon “a brazo partido contra los vestigios del paganismo”, afirma el libro Christmas Customs and Traditions—Their History and Significance (Historia y significado de las costumbres y tradiciones navideñas). Pero con el paso del tiempo llegó a interesarles más llenar los bancos de las iglesias que enseñar la verdad. Así que empezaron a hacer la vista gorda ante las prácticas paganas. Finalmente las adoptaron.

La Biblia señala que uno siega lo que siembra (Gálatas 6:7). Tras haber sembrado en sus campos la semilla del paganismo, las iglesias no deberían sorprenderse de que haya proliferado la “mala hierba”, es decir, que una celebración supuestamente dedicada a honrar el nacimiento de Jesús se haya convertido en la excusa para juergas y borracheras, que el centro comercial esté más concurrido que la iglesia, que las familias se carguen de deudas para comprar regalos y que los niños confundan los mitos con la realidad y a Jesucristo con Santa Claus. Con buena razón, Dios dijo: “Dejen de tocar la cosa inmunda” (2 Corintios 6:17).


La Navidad, como las antiguas Saturnales, se caracteriza por las fiestas, el comer y el beber.


Historia de las costumbres navideñas


Celebración del nacimiento de Jesús. Los primeros cristianos no celebraban el cumpleaños de Cristo porque “consideraban estas festividades [...] como reliquias de las prácticas paganas” (Las cosas nuestras de cada día).


El 25 de diciembre. No hay prueba de que Jesús haya nacido en esa fecha. Al parecer, los líderes de la Iglesia eligieron una fecha que coincidiera con la época de las celebraciones paganas del solsticio de invierno.

Regalos, banquetes y fiestas. “Las Saturnales, fiestas romanas que se celebraban a mediados de diciembre, sentaron en muchos aspectos el modelo para el jolgorio navideño. De ellas se tomaron, por ejemplo, los banquetes, la entrega de regalos y el encendido de velas.” (The Encyclopedia Americana.) A este respecto, el Diccionario de historia de la Iglesia reconoce: “El jolgorio y el intercambio de regalos tienen origen en el festival romano de las Saturnales (17-24 de diciembre)”. Además, la Encyclopædia Britannica dice que durante las Saturnales se suspendían todas las labores.


Luces navideñas. De acuerdo con The Encyclopedia of Religion, las familias europeas decoraban sus hogares “con luces y hojas perennes de todo tipo” para celebrar el solsticio de invierno y para protegerse de los malos espíritus. Y el Diccionario de historia de la Iglesia afirma: “Los arbustos verdes y las luces vienen de las Calendas de enero (1 de en., el nuevo año) con asociación con el sol”.
Adornos hechos con acebo y muérdago. “Los druidas atribuían poderes mágicos al muérdago en particular. Las hojas de acebo eran veneradas como una promesa del retorno del Sol.” (The Encyclopedia Americana.)

Árbol de Navidad. La Encyclopædia Britannica señala: “El culto a los árboles era común entre los europeos paganos y sobrevivió a la conversión de estos al cristianismo”. Una de las prácticas derivadas de este culto es “colocar un árbol de Navidad a la entrada o en el interior de la casa durante la fiesta invernal”.
Más información



sábado, 2 de mayo de 2015

Cómo dejar de discutir?




EL PROBLEMA


¿Sienten que no les es posible resolver los asuntos con calma, que están caminando por un campo minado y que cualquier paso en falso podría hacer estallar una pelea?
Si así es, no se desanimen: su situación puede mejorar. Pero primero tienen que descubrir por qué discuten tanto.


LAS CAUSAS


Malentendidos. Iliana admite: “A veces intento decirle algo a mi esposo, pero las palabras no me salen como yo quisiera. Otras veces insisto en que le he dicho algo cuando en realidad solo me lo he imaginado. De verdad, no estoy exagerando”.
Diferencias de opinión. Sin importar lo compatibles que sean, no siempre verán las cosas de la misma manera. ¿Por qué? Porque no hay dos personas totalmente iguales, un hecho que hace la vida más interesante pero que también puede causar tensión. En el caso de muchas parejas, lo segundo es más común que lo primero.
Malos ejemplos. “Mis padres se peleaban todo el tiempo y se faltaban al respeto —recuerda Raquel—, así que cuando me casé comencé a hablarle a mi esposo igual que mi madre le hablaba a mi padre. No había aprendido a ser respetuosa.”
Problemas de fondo. A menudo, el problema que origina una pelea no es el que parece a simple vista. Por ejemplo, cuando una esposa le dice a su esposo: “¡Siempre llegas tarde!”, el problema tal vez no sea que él haya llegado tarde, sino que ella siente que no la trata con consideración.
Sea cual sea la causa, las peleas frecuentes afectan la salud e incluso pueden llevar al divorcio. Entonces, ¿cómo dejar de discutir?


LO QUE PUEDEN HACER


Una clave es identificar la raíz del problema. Cuando ambos estén tranquilos, lleven a cabo el siguiente ejercicio.
1. Escriba cada uno en una hoja de papel el asunto por el que discutieron la última vez. Por ejemplo, un esposo podría escribir algo así: “Te pasaste todo el día con tus amigas y no me llamaste ni una sola vez”. Y la esposa podría escribir algo así: “Te enojaste porque salí con mis amigas”.
2. Con una mentalidad abierta, analicen juntos las siguientes preguntas: ¿Realmente era tan grave el asunto? ¿Hubiera sido mejor dejarlo pasar? Para mantener la paz, a veces lo mejor es aceptar que no siempre estarán de acuerdo y pasar por alto las diferencias con amor. (Principio bíblico: Proverbios 17:9.)
Si ambos llegan a la conclusión de que el problema no era para tanto, pídanse perdón y olvídenlo. (Principio bíblico: Colosenses 3:13, 14.)
Ahora, si uno o los dos siguen pensando que lo sucedido es grave, den el siguiente paso.
3. Anoten cada uno en su hoja lo que sintieron durante la discusión. El esposo podría escribir algo como: “Me pareció que preferías estar con tus amigas a estar conmigo”. Y la esposa podría poner: “Sentí que me trataste como a una niña que tiene que estar llamando a su papá a cada rato”.
4. Intercambien las hojas y lean lo que escribió el otro. ¿Qué sentía en el fondo su cónyuge mientras estaban discutiendo? Digan qué cosas pudieron haber hecho de manera diferente para tratar el problema de fondo y no terminar peleando. (Principio bíblico: Proverbios 29:11.)
5. Hablen de lo que aprendieron durante el ejercicio. ¿Cómo pueden ponerlo en práctica para ahorrarse discusiones futuras o para detenerlas en cuanto comiencen?

Se han cambiado los nombres.

TEXTOS CLAVE

“El que encubre la transgresión busca amor.” (Proverbios 17:9)
“Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros.” (Colosenses 3:13)
“Todo su espíritu es lo que el estúpido deja salir, pero el que es sabio lo mantiene calmado hasta lo último.” (Proverbios 29:11)

SI HAN DISCUTIDO

Vayan al fondo del problema. ¿Qué necesitaba realmente el uno del otro durante la pelea? Ataquen la raíz.
Recreen la discusión en su mente. ¿Qué cosas pudieron haber hecho de manera diferente para tratar el problema de fondo sin pelear?

Si el problema no era para tanto, pídanse perdón y olvídenlo

domingo, 1 de abril de 2012

El dengue: una creciente amenaza

El dengue: una creciente amenaza


“Los Servicios de Salud de Morelos [...] en coordinación con la Dirección de Salud del H[onorable] Ayuntamiento de Emiliano Zapata otorgan el presente pre-certificado a: Templo Salón del Reino de los Testigos de Jehová por su trabajo en equipo para el logro de espacios limpios libres de criaderos de mosquitos transmisores del dengue.”

LAS autoridades mexicanas tienen buenas razones para estar preocupadas por la proliferación de estos pequeños pero molestos insectos, ya que el virus que transmiten es muy peligroso. Tan solo en 2010, el dengue afligió en ese país a más de cincuenta y siete mil personas. Sin embargo, México es tan solo uno de los más de cien países donde esta mortífera afección se ha vuelto endémica. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año surgen unos cincuenta millones de casos por todo el mundo y que dos quintas partes de la población mundial están en riesgo de contraer la enfermedad. Debido a ello, las autoridades de salud han establecido programas destinados a erradicar al mosquito Aedes aegypti, que se caracteriza por sus manchas blancas y es uno de los principales transmisores del virus del dengue.

El dengue es más común en los climas tropical y subtropical, sobre todo durante la temporada de lluvias y después de desastres naturales como huracanes e inundaciones. Esto se debe a que la hembra del mosquito Aedes deposita sus huevecillos dondequiera que encuentra agua estancada. En Latinoamérica y el Caribe se acostumbra almacenar el agua de las casas en tanques, por lo que las autoridades de salud exhortan a la población a cubrirlos para evitar que se conviertan en criaderos. Otra manera de evitar la proliferación es manteniendo los patios libres de neumáticos, recipientes de metal y plástico, tiestos o macetas... en fin, de cualquier cosa donde se pueda estancar el agua.

Cómo identificar y tratar el dengue

Es muy fácil confundir los síntomas del dengue con los del resfriado común. Por eso, la OMS recomienda estar alerta a los siguientes síntomas: fiebre acompañada de sarpullido, dolor detrás de los ojos y en los músculos, y dolor agudo en las articulaciones (razón por la que se le conoce como fiebre quebrantahuesos). La fiebre dura entre cinco y siete días.

Aunque todavía no existe cura para el dengue, la mayoría de los casos se pueden tratar con descanso y muchos líquidos. No obstante, es necesario mantener bajo observación estrecha al enfermo por si aparecen síntomas de fiebre hemorrágica o del síndrome de choque por dengue. Estas complicaciones, que pueden ser mortales, suelen ocurrir una vez que cede la fiebre inicial y el paciente comienza a mejorar. Algunos de los síntomas son dolor abdominal agudo, vómito persistente, sangrado de nariz y encías, heces oscuras y petequias (manchas rojizas o violáceas debajo de la piel). El síndrome de choque por dengue puede provocar además agitación, sed excesiva, piel pálida y fría, y presión arterial muy baja.

Lamentablemente, los antibióticos no sirven para tratar el dengue, pues se trata de una infección viral, no bacteriana. Además, el enfermo debe evitar los antiinflamatorios, tales como el ibuprofeno y la aspirina, pues aumentan el riesgo de sangrado. Existen cuatro variedades de virus del dengue, y la enfermedad podría afectar a una persona más de una vez en la vida.

Si usted contrae dengue, beba abundantes líquidos y descanse mucho. Trate de mantenerse dentro de un mosquitero tanto tiempo como pueda a fin de evitar que los mosquitos lo piquen y contagien a otras personas.

Pero ¿hay manera de prevenir las picaduras? Sí, hasta cierto grado, usando mangas largas y pantalón o vestido largo, así como repelente. Aunque los mosquitos pueden picar a cualquier hora del día, los momentos de mayor actividad son dos horas después de que sale el Sol y dos horas antes de que se ponga. Otra manera de protegerse es dormir con un mosquitero rociado de repelente.

El tiempo dirá si se logra obtener una vacuna eficaz contra el dengue. Pero pase lo que pase, será el Reino de Dios el que erradicará esta y todas las demás enfermedades. Se acerca el día en que se cumplirá la siguiente promesa: “[Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4).


En algunos países, hay otras especies de mosquitos, como el Aedes albopictus, que también portan el virus del dengue.

Los mosquitos del género Aedes no suelen viajar a más de unos centenares de metros del lugar donde nacen.

Elimine posibles criaderos

1. Neumáticos abandonados
2. Canaletas de desagüe
3. Tiestos o macetas
4. Recipientes plásticos
5. Barriles y recipientes metálicos
Prevenga las picaduras de mosquito
a. Use mangas largas y pantalones o vestido largo, así como repelente
b. Duerma con mosquitero


Cáncer de mama. Qué esperar y cómo actuar

Cáncer de mama. Qué esperar y cómo actuar


CARMEN no presentaba ninguno de los factores de riesgo clásicos. A sus 40 años gozaba de buena salud, y en su familia no había antecedentes de cáncer de mama; además, su mamografía periódica no revelaba anomalías. Pero un día, mientras se realizaba un examen de los senos en la ducha, notó un bulto. Resultó ser cáncer. Mientras el médico les explicaba las opciones, ella y su esposo permanecieron petrificados en las sillas.

Antiguamente, el médico le decía a una mujer con cáncer de mama que su única esperanza era someterse a una mastectomía radical (operación en la que se extirpa la mama, los ganglios linfáticos del pecho y de la axila, y los músculos pectorales, ocasionando una desfiguración). Los tratamientos de quimioterapia o radioterapia prolongaban el suplicio, por lo que muchas mujeres le tenían más miedo a la “cura” que a la enfermedad.

La batalla contra el cáncer de mama ha sido un continuo esfuerzo por atacar con contundencia una enfermedad mortífera sin causar una desfiguración innecesaria y los dolorosos efectos secundarios. Como Carmen, las pacientes hoy cuentan con diversas opciones. Y un incesante flujo de estudios clínicos e informes periodísticos alimentan la esperanza de que los nuevos tratamientos, las pruebas de predicción y las dietas preventivas acaben venciendo a la enfermedad.

A pesar de los avances de la medicina, el cáncer de mama es todavía una de las principales causas de muerte por cáncer en la mujer. Los países industrializados de Norteamérica y Europa occidental tienen una alta incidencia, si bien las cifras están aumentando en Asia y África, donde históricamente han sido menores. En estos dos continentes, la proporción entre el número de muertes y los casos detectados es mayor. ¿Por qué? Porque “la detección temprana es ínfima —explica una médica en África—. La mayoría de las pacientes vienen cuando están ya en una fase avanzada”.

El riesgo aumenta con la edad. En Estados Unidos, un 80% de los casos se da en mujeres mayores de 50 años. La buena noticia es que este es uno de los cánceres más tratables. El 97% de las mujeres con cáncer de mama localizado y en fase inicial sigue con vida cinco años después del diagnóstico. Carmen acaba de pasar esa marca.

El abecé del cáncer de mama

El cáncer de mama suele aparecer en la forma de un bulto extraño, como en el caso de Carmen. Por fortuna, cerca del 80% de estos abultamientos son benignos, es decir, permanecen confinados a su lugar de origen. Muchos son solo sacos llenos de líquido llamados quistes.

El cáncer de mama comienza con una célula “renegada” que se divide de forma incontrolada, dando lugar con el tiempo a un tumor. Este se torna maligno, o canceroso, cuando sus células invaden otros tejidos. Algunos tumores crecen de forma rápida; otros pueden tardar hasta diez años en ser detectados.

Para diagnosticar el cáncer de Carmen, el médico extrajo con una fina aguja una muestra de tejido del tumor. Una vez confirmada la presencia de células cancerosas, la operaron para extirparle la masa tumoral junto con el tejido circundante y para determinar el estadio (tamaño, tipo y extensión) y grado de malignidad (ritmo de crecimiento) del tumor.

Muchas pacientes siguen tratamientos posquirúrgicos para evitar la reaparición o diseminación de la enfermedad. Las células cancerosas pueden separarse del tumor, viajar por las vías sanguíneas o linfáticas y multiplicarse en otros puntos. La propagación del cáncer (metástasis) a órganos y tejidos vitales —cerebro, hígado, médula ósea o pulmones— es lo que lo convierte en una enfermedad mortal.

Carmen recibió radioterapia y quimioterapia para destruir las células cancerosas que pudieran haber quedado alrededor del foco inicial o en otras partes del cuerpo. Puesto que su cáncer se nutría de estrógeno, también recibió tratamiento antihormonal para evitar la aparición de nuevos cánceres.

Los adelantos terapéuticos brindan otras opciones según la edad, estado de salud, antecedentes y tipo de cáncer de la paciente. En el caso de Arlette, por ejemplo, las pruebas detectaron el cáncer antes de que se extendiera más allá del conducto lácteo. Gracias a una tumorectomía, no perdió el seno. A Alice le aplicaron quimioterapia para reducir el tamaño del tumor antes de operarla. A Janice le extrajeron el tumor y un solo ganglio: el ganglio centinela, que es el primero que recibe el drenaje del tumor. Como este no contenía células cancerosas, el cirujano dejó intactos los demás ganglios, con lo que se redujo el riesgo de linfedema (molesta hinchazón del brazo ocasionado por la extirpación de muchos ganglios linfáticos).

Aunque hoy se sabe mucho sobre el crecimiento del cáncer mamario, todavía queda una pregunta básica en el aire: ¿Por qué y cómo se produce?

¿Qué lo causa?

Las causas del cáncer de mama siguen siendo un enigma. En opinión de los críticos, se realizan más investigaciones de los métodos diagnósticos y terapéuticos —los cuales son muy rentables— que de las causas y la prevención. Con todo, los científicos han descubierto pistas importantes. Algunos lo atribuyen a un proceso complejo de múltiples pasos en el que un gen defectuoso hace que las células se porten mal: que se dividan frenéticamente, invadan tejidos, evadan la acción de las células inmunitarias y lancen ataques sigilosos contra órganos vitales.

¿De dónde salen estos genes rebeldes? Entre el 5 y el 10% de las mujeres diagnosticadas ya nacen con genes que las hacen propensas a padecer cáncer de mama. Pero parece que en muchos otros casos, los genes sanos son dañados por la acción de agentes externos, y las radiaciones y ciertos compuestos químicos son los principales sospechosos. Los estudios futuros confirmarán o no esta relación.

Otro factor es el estrógeno, que aparentemente estimula ciertos cánceres de mama. De ahí que el riesgo aumente si la mujer inició su menstruación a una edad precoz o tuvo una menopausia a edad avanzada, si no hubo embarazos o el primero fue a una edad tardía, o si recibió hormonoterapia restitutiva. Debido a que las células grasas producen estrógeno, la obesidad puede aumentar el riesgo en las mujeres posmenopáusicas, cuyos ovarios han dejado de producir hormonas. Otros factores de riesgo son los niveles altos de insulina y los niveles bajos de melatonina (la hormona del sueño), una afección común en trabajadores nocturnos.

¿Hay en perspectiva tratamientos más eficaces y menos traumáticos? Los investigadores están desarrollando terapias en las que interviene el propio sistema inmunitario del cuerpo, así como fármacos para interferir en las rutas moleculares implicadas en el desarrollo del cáncer. Entre tanto, la evolución de las técnicas de imagen debería ayudar a los médicos a aplicar la radiación con más precisión y efectividad.

Los científicos también luchan en otros frentes, como son: desentrañar el misterio de la metástasis, engañar a las células cancerosas resistentes a la quimioterapia, trastornar las señales estimuladoras del crecimiento celular y crear tratamientos específicos para cada tumor.

Sin embargo, en el mundo de hoy las enfermedades no serán eliminadas y los seres humanos seguirán muriendo (Romanos 5:12). Solo el Creador puede cambiar esta triste realidad. ¿Lo hará? La Biblia contesta que sí. Vendrá el tiempo en que “ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’” (Isaías 33:24). ¡Qué alivio será ver el cumplimiento de esta promesa!



SIGNOS DE ALARMA

  Aunque el diagnóstico temprano es crucial, algunos estudios advierten que los exámenes y mamografías tal vez sean menos precisos en las mujeres más jóvenes, lo que acarrea tratamientos y ansiedad innecesarios. Aun así, los especialistas recomiendan encarecidamente a las mujeres estar muy al tanto de cualquier cambio en las mamas y los ganglios linfáticos. He aquí algunos signos de alarma:

● Un bulto o engrosamiento en cualquier sitio de la axila o la mama
● Secreción de líquido por el pezón que no sea leche
● Cambio en el color o textura de la piel
● Hundimiento o dolor anormal del pezón

SI LE DIAGNOSTICAN CÁNCER DE MAMA

● Mentalícese para pasar un año en tratamiento y recuperación.
● Si le es posible, elija médicos competentes que respeten sus necesidades y creencias.
● Decida junto con su familia a quiénes se lo dirá y en qué momento; así, sus amigos tendrán la oportunidad de demostrarle su amor y de orar con usted y por usted (1 Juan 3:18).
● Mitigue la angustia leyendo la Biblia, orando y meditando en asuntos edificantes (Romanos 15:4; Filipenses 4:6, 7).
● Hable con otras mujeres que hayan tenido cáncer de mama y puedan animarla (2 Corintios 1:7).
● Céntrese en lo que pasará hoy, no en lo que pasará mañana. Jesús dijo: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes” (Mateo 6:34).
● Utilice bien sus energías. Recuerde que necesita suficiente descanso.

CÓMO HABLAR CON EL MÉDICO
● Aprenda los términos médicos básicos relacionados con el cáncer de mama.
● Antes de ir a la consulta, haga una lista de las preguntas que quiere hacer y pídale a su esposo u otra persona que la acompañe para que le ayude a tomar notas.
● Si el médico le dice algo que no entiende, pídale que se lo explique.
● Pregúntele cuántos casos como el suyo ha tratado.
● De ser posible, obtenga una segunda opinión.
● Si los médicos no coinciden, evalúe la experiencia de cada uno. Pídales que consulten entre sí.

CÓMO ALIVIAR LOS EFECTOS SECUNDARIOS

  Los efectos secundarios de algunos tratamientos contra el cáncer son: náuseas, pérdida del cabello, cansancio crónico, dolor, entumecimiento u hormigueo en las extremidades y reacciones en la piel. Las siguientes recomendaciones sencillas pueden aliviarlos:

● Coma bien para fortalecer el sistema inmunológico.
● Lleve un diario de los niveles de energía y de su reacción a los alimentos.
● Pruebe a disminuir las náuseas y el dolor con medicamentos, acupuntura o masajes.
● Haga ejercicios con moderación para aumentar la resistencia, controlar el peso y mejorar el sistema inmunológico.
● Tome descansos frecuentes, pero recuerde que pasar largos períodos en cama puede aumentar la fatiga.
● Mantenga la piel hidratada. Lleve ropa holgada. Báñese con agua tibia.

Consulte con el médico antes de empezar cualquier programa de ejercicios.

SI UN SER QUERIDO TIENE CÁNCER

  ¿Cómo puede usted apoyar a un ser querido con cáncer? Aplicando el principio bíblico: “Regocíjense con los que se regocijan; lloren con los que lloran” (Romanos 12:15). Manifiéstele su amor e interés mediante llamadas telefónicas, cartas, tarjetas, correos electrónicos y visitas breves. Oren juntos y lean pasajes alentadores de la Biblia. “No hable de los que han muerto de cáncer, sino de los que han sobrevivido”, recomienda Beryl. “Solo vaya y dele un abrazo a su amiga —aconseja Janice, quien tuvo que luchar con el cáncer—. Si ella quiere hablar del tema, lo hará.” Sobre todo, los esposos deben confirmarles su amor a sus esposas.
  “Nosotros teníamos un día sin cáncer —recuerda Geoff—. Mi esposa se había hecho el propósito de que su salud no acaparara toda nuestra atención. Así que decidimos pasar un día cada cierto tiempo sin mencionar para nada el cáncer y centrarnos, más bien, en los aspectos positivos de nuestra vida. Era como tomarnos unas vacaciones de la enfermedad.”

Reflexiones
Al oír el diagnóstico
Sharon: Mi vida cambió en un instante. “Todo ha acabado para mí”, pensé.
En los momentos más difíciles
Sandra: La angustia es peor que el tratamiento.
Margaret: Después del segundo tratamiento piensas: “No quiero seguir”. Pero lo haces.
Sobre los amigos
Arlette: Se lo dijimos a nuestros amigos para que oraran por nosotros.
Jenny: Ninguna sonrisa, gesto o saludo me pasó desapercibido.
Sobre los esposos solidarios
Barbara: Me rapé la cabeza antes de que se me cayera el pelo. “¡Qué bonita cabeza tienes!”, exclamó Colin, y me hizo reír.
Sandra: Nos miramos al espejo juntos. Vi la mirada de amor de Joe, y supe que todo iba a estar bien.
Sasha: Karl le decía a la gente: “Tenemos cáncer”.
Jenny: El amor de Geoff no tenía fin, y su espiritualidad inquebrantable me tranquilizaba.


Las células cancerosas desobedecen las señales normales de crecimiento, multiplicándose e invadiendo otros tejidos



Una parte fundamental del tratamiento del cáncer es el apoyo afectuoso que familiares y amigos dan a la paciente

¿Cómo combatir la migraña?

¿Cómo combatir la migraña?

Joyce, una dinámica oficinista, mira detenidamente un documento. De repente, partes de la página parecen quedar en blanco. Luego bailan ante sus ojos puntos de luz centelleante, que acaban por convertirse en un despliegue surrealista de líneas en zigzag y extraños dibujos geométricos. Pocos minutos después, Joyce apenas puede ver. Al darse cuenta de lo que ocurre, toma enseguida una pequeña cápsula para este tipo de emergencias.
JOYCE padece migraña, un trastorno que difiere en varios aspectos del dolor de cabeza ocasional. Por ejemplo, al contrario que este, la migraña sigue un patrón recurrente. Además, el dolor es tan intenso que obliga al paciente a suspender sus actividades normales.
¿Cuáles son sus síntomas? El dolor es pulsátil y suele afectar solo a un lado de la cabeza. También es probable que el paciente tenga náuseas y no soporte la luz intensa. El ataque puede durar desde varias horas hasta varios días.
Aunque casi todos sufrimos dolores de cabeza tensionales alguna que otra vez, solo 1 de cada 10 personas —con más frecuencia mujeres— padece migraña. Algunos casos son más graves que otros, pero la mayoría de los afectados faltan varios días al trabajo cada año. Se trata de un padecimiento que provoca pérdida de ingresos y puede influir muy negativamente en la vida familiar y social. Por ello, la Organización Mundial de la Salud lo sitúa entre las veinte causas principales de incapacidad.
Poco antes de un ataque de migraña, algunas personas experimentan síntomas como manos frías, fatiga, hambre o cambios de humor. Entonces, justo antes de que comience el dolor, puede haber mareos, zumbido en los oídos, sensación de hormigueo, visión doble, dificultad para hablar o debilidad muscular.
Las causas de la migraña no se conocen del todo, pero se cree que es un trastorno del sistema nervioso que afecta a los vasos sanguíneos de la cabeza. La naturaleza pulsátil del dolor parece corresponder al paso de la sangre por los vasos sanguíneos irritados. La revista Emergency Medicine menciona: “Los pacientes de migraña heredan un sistema nervioso extremadamente sensible, que puede verse alterado por muy diversas causas, como falta de sueño, olores fuertes, viajes, saltarse comidas, estrés y cambios en los niveles hormonales”. Quienes sufren migrañas también suelen ser propensos a padecer síndrome de colon irritable, ataques de ansiedad y depresión.
¿Cómo puede aliviarla?
Uno no puede cambiar el sistema nervioso que ha heredado, pero sí evitar que se desencadenen los ataques de migraña. Algunas personas llevan un diario, y eso les permite determinar qué alimentos o circunstancias les provocan ataques.
Cada caso es diferente. Lorraine notó que los ataques de migraña guardaban relación con su ciclo menstrual. Ella explica: “Aproximadamente a mitad del ciclo, las actividades o estímulos excesivos —trabajo, calor o frío, ruidos fuertes e incluso comida muy condimentada— pueden provocarme un ataque de migraña. Así que en esos días procuro estar tranquila y moderar mis actividades”. Joyce, que ha padecido ataques de migraña durante más de sesenta años, asegura: “He descubierto que la naranja, la piña y el vino tinto me provocan un ataque inmediato, de modo que los evito”.
Detectar los factores desencadenantes no es fácil, pues por lo general un ataque se debe a la combinación de varios factores. Por ejemplo, es posible que en un momento dado usted coma chocolate y no le pase nada, pero que en otro, en combinación con algún factor más, comerlo le produzca un ataque.
Aunque uno no sea capaz de identificar o evitar las cosas que le provocan migraña, hay otras maneras de reducir la posibilidad de que sobrevenga un episodio. Los expertos recomiendan mantener un patrón de sueño regular los siete días de la semana. Si se quiere dormir más los fines de semana, es preferible levantarse a la hora de siempre, hacer algo durante unos minutos y entonces volver a la cama. Un cambio en el consumo de cafeína puede desencadenar un ataque, así que trate de no tomar más de dos tazas de café o dos latas de cola al día. Como el hambre también puede provocarlo, procure no saltarse ninguna comida. El estrés, un factor habitual en la migraña, no es fácil de evitar, pero uno puede buscar maneras de relajarse, tal vez teniendo un horario menos apretado, leyendo la Biblia o escuchando música suave.
¿Qué tratamientos hay?
Existe una amplia variedad de opciones para tratar la migraña. Dormir, por ejemplo, es uno de los mejores remedios. Y los analgésicos sin receta pueden aliviar al paciente lo suficiente para que duerma.
En 1993 empezaron a comercializarse los triptanos, un nuevo tipo de fármacos con receta para el tratamiento específico de la migraña. La revista The Medical Journal of Australia los considera “un importante avance en su tratamiento”, y añade: “La aparición de los triptanos [...] fue para la migraña y el dolor de cabeza en racimo casi lo mismo que la penicilina para las infecciones bacterianas”.
La migraña no es una enfermedad mortal, así que los triptanos, a diferencia de los medicamentos empleados para tratar las infecciones, no salvan vidas. Sin embargo, han proporcionado un alivio enorme a quienes durante años se habían visto incapacitados por migrañas frecuentes. Aunque los pacientes todavía tienen que modificar sus actividades como ya se mencionó, algunos piensan que los triptanos son verdaderamente milagrosos.
Ahora bien, todas las medicinas tienen ventajas e inconvenientes. ¿Qué problemas hay con los triptanos? En primer lugar, una sola pastilla puede costar lo mismo que una comida en un buen restaurante, así que suelen recetarse únicamente a quienes padecen migraña de moderada a grave. Además, los triptanos no le sirven a todo el mundo, y algunas personas tienen problemas de salud que desaconsejan probarlos siquiera. Aun así, si bien no se ha encontrado una cura para este trastorno hereditario, la revista Emergency Medicine llega a la siguiente conclusión: “Gracias a los nuevos y mejores medicamentos para la migraña, no hay razón para que los pacientes sigan sufriendo”.