domingo, 1 de abril de 2012

¿Cómo combatir la migraña?

¿Cómo combatir la migraña?

Joyce, una dinámica oficinista, mira detenidamente un documento. De repente, partes de la página parecen quedar en blanco. Luego bailan ante sus ojos puntos de luz centelleante, que acaban por convertirse en un despliegue surrealista de líneas en zigzag y extraños dibujos geométricos. Pocos minutos después, Joyce apenas puede ver. Al darse cuenta de lo que ocurre, toma enseguida una pequeña cápsula para este tipo de emergencias.
JOYCE padece migraña, un trastorno que difiere en varios aspectos del dolor de cabeza ocasional. Por ejemplo, al contrario que este, la migraña sigue un patrón recurrente. Además, el dolor es tan intenso que obliga al paciente a suspender sus actividades normales.
¿Cuáles son sus síntomas? El dolor es pulsátil y suele afectar solo a un lado de la cabeza. También es probable que el paciente tenga náuseas y no soporte la luz intensa. El ataque puede durar desde varias horas hasta varios días.
Aunque casi todos sufrimos dolores de cabeza tensionales alguna que otra vez, solo 1 de cada 10 personas —con más frecuencia mujeres— padece migraña. Algunos casos son más graves que otros, pero la mayoría de los afectados faltan varios días al trabajo cada año. Se trata de un padecimiento que provoca pérdida de ingresos y puede influir muy negativamente en la vida familiar y social. Por ello, la Organización Mundial de la Salud lo sitúa entre las veinte causas principales de incapacidad.
Poco antes de un ataque de migraña, algunas personas experimentan síntomas como manos frías, fatiga, hambre o cambios de humor. Entonces, justo antes de que comience el dolor, puede haber mareos, zumbido en los oídos, sensación de hormigueo, visión doble, dificultad para hablar o debilidad muscular.
Las causas de la migraña no se conocen del todo, pero se cree que es un trastorno del sistema nervioso que afecta a los vasos sanguíneos de la cabeza. La naturaleza pulsátil del dolor parece corresponder al paso de la sangre por los vasos sanguíneos irritados. La revista Emergency Medicine menciona: “Los pacientes de migraña heredan un sistema nervioso extremadamente sensible, que puede verse alterado por muy diversas causas, como falta de sueño, olores fuertes, viajes, saltarse comidas, estrés y cambios en los niveles hormonales”. Quienes sufren migrañas también suelen ser propensos a padecer síndrome de colon irritable, ataques de ansiedad y depresión.
¿Cómo puede aliviarla?
Uno no puede cambiar el sistema nervioso que ha heredado, pero sí evitar que se desencadenen los ataques de migraña. Algunas personas llevan un diario, y eso les permite determinar qué alimentos o circunstancias les provocan ataques.
Cada caso es diferente. Lorraine notó que los ataques de migraña guardaban relación con su ciclo menstrual. Ella explica: “Aproximadamente a mitad del ciclo, las actividades o estímulos excesivos —trabajo, calor o frío, ruidos fuertes e incluso comida muy condimentada— pueden provocarme un ataque de migraña. Así que en esos días procuro estar tranquila y moderar mis actividades”. Joyce, que ha padecido ataques de migraña durante más de sesenta años, asegura: “He descubierto que la naranja, la piña y el vino tinto me provocan un ataque inmediato, de modo que los evito”.
Detectar los factores desencadenantes no es fácil, pues por lo general un ataque se debe a la combinación de varios factores. Por ejemplo, es posible que en un momento dado usted coma chocolate y no le pase nada, pero que en otro, en combinación con algún factor más, comerlo le produzca un ataque.
Aunque uno no sea capaz de identificar o evitar las cosas que le provocan migraña, hay otras maneras de reducir la posibilidad de que sobrevenga un episodio. Los expertos recomiendan mantener un patrón de sueño regular los siete días de la semana. Si se quiere dormir más los fines de semana, es preferible levantarse a la hora de siempre, hacer algo durante unos minutos y entonces volver a la cama. Un cambio en el consumo de cafeína puede desencadenar un ataque, así que trate de no tomar más de dos tazas de café o dos latas de cola al día. Como el hambre también puede provocarlo, procure no saltarse ninguna comida. El estrés, un factor habitual en la migraña, no es fácil de evitar, pero uno puede buscar maneras de relajarse, tal vez teniendo un horario menos apretado, leyendo la Biblia o escuchando música suave.
¿Qué tratamientos hay?
Existe una amplia variedad de opciones para tratar la migraña. Dormir, por ejemplo, es uno de los mejores remedios. Y los analgésicos sin receta pueden aliviar al paciente lo suficiente para que duerma.
En 1993 empezaron a comercializarse los triptanos, un nuevo tipo de fármacos con receta para el tratamiento específico de la migraña. La revista The Medical Journal of Australia los considera “un importante avance en su tratamiento”, y añade: “La aparición de los triptanos [...] fue para la migraña y el dolor de cabeza en racimo casi lo mismo que la penicilina para las infecciones bacterianas”.
La migraña no es una enfermedad mortal, así que los triptanos, a diferencia de los medicamentos empleados para tratar las infecciones, no salvan vidas. Sin embargo, han proporcionado un alivio enorme a quienes durante años se habían visto incapacitados por migrañas frecuentes. Aunque los pacientes todavía tienen que modificar sus actividades como ya se mencionó, algunos piensan que los triptanos son verdaderamente milagrosos.
Ahora bien, todas las medicinas tienen ventajas e inconvenientes. ¿Qué problemas hay con los triptanos? En primer lugar, una sola pastilla puede costar lo mismo que una comida en un buen restaurante, así que suelen recetarse únicamente a quienes padecen migraña de moderada a grave. Además, los triptanos no le sirven a todo el mundo, y algunas personas tienen problemas de salud que desaconsejan probarlos siquiera. Aun así, si bien no se ha encontrado una cura para este trastorno hereditario, la revista Emergency Medicine llega a la siguiente conclusión: “Gracias a los nuevos y mejores medicamentos para la migraña, no hay razón para que los pacientes sigan sufriendo”.

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