martes, 28 de enero de 2020

Límite a la reelección con efecto retroactivo: Senadores de la región de O’Higgins no podrían volver a postular


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La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado aprobó el proyecto de reforma constitucional que pone límite a la reelección de senadores, diputados, alcaldes, concejales y consejeros regionales y que tendrá efecto retroactivo para quienes ya están en tales cargos. Los únicos a los que no se les aplicará esta disposición en los próximos comicios serán a quienes postulen a cargos municipales, puesto que el proceso eleccionario de ellos ya está en marcha.

Con ello, la iniciativa que cumple su segundo trámite constitucional, quedó en condiciones de ser remitida a la Sala para su pronunciamiento.

En lo fundamental la reforma señala que los senadores podrán estar un máximo de dos períodos consecutivos (una reelección), mientras que los diputados, consejeros regionales, alcaldes y concejales un máximo de tres períodos consecutivos (dos reelecciones).

De prosperar la idea, los dos senadores de la Región de O’Higgins se verían imposibilitados de repostular.

El UDI Alejandro García-Huidobro expresó enfáticamente su desacuerdo con la iniciativa respaldada transversalmente en comisión.

“Yo tengo una postura completamente distinta y lo manifesté en su momento, años atrás, cuando se vio por primera vez este tema y fui uno de los cuatro que votó en contra de la idea de legislar en eso”, explicó el congresista.

Junto con ello recalcó que “tengo una posición distinta a la que tienen algunas personas que en forma razonable pueden pensar así; yo creo que es el pueblo el que tiene que elegir y sacar, en el sentido de no ser reelecto. Eso depende de la gestión realizada. Pero sacar por secretaría a alcaldes, concejales, a parlamentarios, creo que no corresponde”.

García-Huidobro precisó que “hay pocos países que impiden la reelección, y uno de ellos fue México, que ahora echó marcha atrás en eso porque se dieron cuenta que era un error”.

Su par en O’Higgins, Juan Pablo Letelier (PS), no fijó una postura a favor o en contra de lo que determinó la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento. “Es una discusión que se está dando en el Congreso, tendremos que ver en qué termina, hay opiniones distintas. Hay que esperar el desarrollo del debate”, dijo el parlamentario socialista.
Letelier agregó que “voy a respetar la decisión que se tome, lo que sea o no, mi opinión no es relevante; lo relevante es la decisión colectiva que se tome”.

Añadió que “vamos a ver cómo evoluciona el debate, es un debate en desarrollo y yo me atendré a la decisión que se tome. No seré yo de los que va a participar activamente del debate, por ningún motivo".

El ADN. El libro de la vida


EN EL año 1953, dos biólogos moleculares, James Watson y Francis Crick, publicaron un histórico descubrimiento que cambió la comprensión científica de la vida e inició una nueva etapa en el campo de la biología. Descubrieron que el ADN tiene forma de doble hélice en espiral. * En la mayoría de las células, el ADN se encuentra en el núcleo. Contiene información codificada, como si fuera un libro; por lo que se puede decir que las células son una enorme biblioteca. ¿Para qué usan las células esa información? Y más importante aún, ¿de dónde salió ese código?

 LAS CÉLULAS NECESITAN INFORMACIÓN

Muchos nos hemos preguntado alguna vez cómo se convierte una semilla en un árbol, o cómo de un óvulo fecundado se desarrolla un bebé. También nos preguntamos por qué nos parecemos a nuestros padres. La respuesta a esas preguntas está muy relacionada con la información que contiene el ADN.

Molécula de ADN que parece una escalera de caracol con sus peldaños

Casi todas las células tienen ADN, moléculas muy complejas que se asemejan a una extensa escalera de caracol. En el caso del genoma humano —es decir, la totalidad de nuestro ADN—, esta “escalera” tiene unos tres mil millones de “peldaños” químicos. Los científicos llaman pares de bases a estos “peldaños” porque cada uno está compuesto por dos unidades químicas. En total, el ADN usa cuatro unidades químicas, que se identifican con la primera letra de su nombre: A, C, G y T. * Es como si el ADN utilizara un idioma que tiene un alfabeto de solo cuatro letras. En 1957, el doctor Crick propuso la teoría de que la secuencia, o el orden, de estos “peldaños” químicos es lo que determina las instrucciones del código. En la década de 1960 se empezó a descifrar este código.

Hay muchas maneras de almacenar y procesar información, ya sean imágenes, sonidos o palabras. Por ejemplo, las computadoras almacenan información digitalmente. En el caso de las células, lo hacen químicamente. En este proceso, el ADN es fundamental. Transmite esa información cuando las células se dividen y cuando se reproduce un organismo. Esto es lo que permite que la vida continúe.

 ¿Cómo usan las células esa información? Siguen las instrucciones del ADN, como si se tratara de un libro de recetas que detallan el proceso cuidadosamente y paso a paso. Pero en vez de que el resultado sea un pastel o una galleta, es una planta o un animal. Además, las células realizan este proceso de forma totalmente automática, lo que lo hace aún más complejo y sorprendente.

La célula de una bacteria contiene información que llenaría un libro de 1.000 páginas

La información genética permanece almacenada hasta que se necesita. Tal vez se utilice para sustituir células muertas o enfermas por otras sanas, o para transmitir características de padres a hijos. ¿Cuánta información contiene el ADN? Tomemos como ejemplo a uno de los organismos más diminutos: la bacteria. El científico alemán Bernd-Olaf Küppers declaró: “Para describir la formación de la célula de una bacteria en términos humanos, diría que el texto molecular llenaría un libro de mil páginas”. Con razón el químico David Deamer escribió: “Uno se queda maravillado al ver que hasta las formas más simples de vida son muy complejas”. ¿Y qué hay del ADN humano? “Podría llenar una biblioteca con miles y miles de libros”, dice Küppers.

“ESCRITO EN UN LENGUAJE QUE PODEMOS ENTENDER”

Según el doctor Küppers, el código del ADN usa un “lenguaje genético molecular” que, como todo idioma, “tiene su propia sintaxis”. Es decir, el ADN sigue sus propias “reglas gramaticales”. Estas reglas controlan estrictamente cómo se redactan y ejecutan las instrucciones del ADN.

Las instrucciones del ADN dirigen la producción de proteínas y otras sustancias que forman las células de las diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, pueden ser la “receta” para producir las células de los huesos, los músculos, los nervios o la piel. El evolucionista Matt Ridley escribió: “Cada filamento de ADN es información escrita en un código de sustancias químicas, una sustancia por letra. Y aunque parezca increíble, el código está escrito en un lenguaje que podemos entender”.

 El escritor bíblico David le dijo a Dios: “Tus ojos vieron hasta mi embrión, y en tu libro todas sus partes estaban escritas” (Salmo 139:16). Claro, David usó lenguaje poético. Pero lo que dijo era correcto, como sucede con los demás escritores de la Biblia. Y es que ninguno de ellos se dejó influenciar, ni siquiera un poco, por las creencias mitológicas de la gente de su época (2 Samuel 23:1, 2; 2 Timoteo 3:16).

Padres con su niña pequeña

¿Por qué los niños se parecen a sus padres?

¿DE DÓNDE SALIÓ EL CÓDIGO GENÉTICO?

Como muchas veces pasa, cuando los científicos logran aclarar un misterio, aparece otro. Esto es lo que pasó con el ADN. Cuando se entendió que contenía información codificada, surgió la pregunta: “¿De dónde salió ese código?”. Aunque ningún humano vio cómo se formó la primera molécula de ADN, podemos sacar nuestras propias conclusiones sin que sean simples especulaciones. Pensemos en el siguiente ejemplo.

  • En el año 1999, unos arqueólogos descubrieron en Pakistán fragmentos de vasija muy antiguos con símbolos extraños. Hasta el día de hoy no se ha podido descifrar qué significan. Lo que nadie duda es que fueron hechos por un ser humano.

¿A dónde queremos llegar con este ejemplo? La gente entiende que donde hay información, como en el caso de los símbolos en aquellos fragmentos de barro, hay inteligencia. Para llegar a esa conclusión no hay por qué estar presente cuando se crea la información. Sin embargo, cuando se descubrió el código más complejo, el código genético, muchas personas dejaron a un lado la lógica y concluyeron que el ADN surgió al azar. ¿Le parece una conclusión científica y razonable? Hay científicos muy respetados que responden que no. Entre ellos están los doctores Gene Hwang y Yan-Der Hsuuw. * Leamos sus comentarios.

El doctor Gene Hwang se dedica a estudiar la base matemática de la genética. En el pasado creía en la evolución, pero sus investigaciones lo llevaron a cambiar de parecer. “Estudiar la genética —comentó a ¡Despertad!— me ayuda a conocer los mecanismos de la vida, y esto me llena de admiración por la sabiduría del Creador.”

El doctor Yan-Der Hsuuw es el director de investigación embrionaria de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Pingtung, en Taiwán. También creía en la evolución, hasta que su investigación lo llevó a otra conclusión. Hablando de la división y la diferenciación de las células, comentó: “La célula que se forma debe ser la que se necesita y debe producirse en el orden específico y en el lugar indicado. Primero se agrupan para formar tejidos, que luego formarán  órganos y extremidades. Ningún ingeniero sería capaz de escribir las instrucciones de un proceso tan complejo. Pero el desarrollo de un embrión está perfectamente detallado en el ADN. Cuando pienso en lo maravilloso que es este proceso, estoy seguro de que Dios diseñó y creó la vida”.

1. Doctor Gene Hwang; 2. Doctor Yan-Der Hsuuw

Gene Hwang (izquierda) y Yan-Der Hsuuw

¿ACASO IMPORTA?

¡Por supuesto! Si Dios es el Creador de la vida, entonces merece el reconocimiento (Revelación [Apocalipsis] 4:11). Además, nos habrá creado con algún propósito especial. ¡No podría decirse eso si fuéramos producto de la casualidad! *

A muchos nos interesa saber la verdad. Es como escribió el profesor de neurología y psiquiatría Viktor Frankl: “La búsqueda por parte del hombre del sentido de la vida constituye una fuerza primaria”. Dicho en otras palabras, tenemos una curiosidad espiritual que necesitamos satisfacer. Esta necesidad solo se explica si hemos sido creados por Dios. Entonces, si somos la obra de un Creador, ¿ha hecho él algo para que podamos satisfacer esa necesidad espiritual?

La respuesta la dio Jesucristo cuando dijo: “No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová [Dios]” (Mateo 4:4). La Palabra de Dios, la Biblia, ha alimentado espiritualmente a millones de personas, les ha ayudado a descubrir el propósito de la vida y les ha dado una esperanza para el futuro (1 Tesalonicenses 2:13). La Biblia puede hacer lo mismo por usted. Este es un libro único. ¿Por qué no le da una oportunidad?

domingo, 26 de enero de 2020

La evolución: ¿Descarta el relato bíblico de la creación la posibilidad de que el universo empezara con el Big Bang, o la Gran Explosión?


La Biblia dice: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Pero no da detalles de cómo creó Dios todas las cosas. Aunque el universo fuera el resultado de una explosión cósmica, eso no contradice lo que afirma la Biblia. En ese caso, Génesis 1:1 estaría respondiendo a la pregunta de quién causó esa gran explosión.

Es cierto que muchos científicos creen que la explosión fue espontánea y sin ningún control, y que con el tiempo las partículas de materia formaron las estrellas y los planetas. La Biblia no apoya esa idea, sino que dice que Dios mismo creó el universo, ya fuera usando una explosión cósmica o cualquier otro medio.

“En el principio Dios creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).

Según la Biblia, ¿es posible que los seres vivos cambien con el paso del tiempo?

Sí. La Biblia dice que Dios creó a todos los seres vivos “según su género” (Génesis 1:11, 12, 21, 24, 25). ¿Puede haber variación dentro de un mismo género? Claro que sí. Entonces, ¿demuestran esas variaciones que un género puede evolucionar y formar uno nuevo? No.

Piense en el siguiente ejemplo: en la década de 1970, ciertos investigadores estudiaron los pinzones de las islas Galápagos. Descubrieron que cuando hubo cambios en el clima, los pinzones con un pico más grande sobrevivieron más fácilmente. Algunos pensaron que esto probaba la evolución. Pero ¿demostraba esto la evolución o se trataba de simple adaptación? Años más tarde, los pinzones de pico más pequeño volvían a ser mayoría. Tras este experimento, el profesor en Antropología Jeffrey H. Schwartz concluyó que la adaptación puede ayudar a las especies a sobrevivir a los cambios, pero en ningún caso se “crea nada nuevo”.

 La creación y la evolución, ¿pueden ser ambas verdad?

La Biblia dice que Dios creó “todas las cosas” (Revelación [Apocalipsis] 4:11). También dice que no descansó hasta terminar toda su obra (Génesis 2:2). Así que la idea está clara: Dios no creó un organismo simple, y entonces descansó y dejó que ese organismo evolucionara durante millones de años hasta convertirse en peces, simios y humanos. * Esta idea, llamada macroevolución, descarta al Creador, quien, según la Biblia, creó “los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos” (Éxodo 20:11; Revelación 10:6).

“Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas” (Revelación 4:11).

Además, piense en lo siguiente: La Biblia dice que “por medio de lo que Dios ha creado, todos podemos conocerlo” (Romanos 1:20Traducción en lenguaje actual). Conocer a Dios le dará un verdadero sentido a su vida, ya que él tiene un propósito amoroso para toda persona que sinceramente lo busca (Eclesiastés 12:13; Hebreos 11:6). Si desea más información, hable con los testigos de Jehová o visite el sitio jw.org.

lunes, 20 de enero de 2020

¿Qué significa la ley del “ojo por ojo”?


La ley del “ojo por ojo” formaba parte de las leyes que Dios dio a los israelitas mediante Moisés. Además, Jesús la mencionó en el Sermón del Monte (Mateo 5:38; Éxodo 21:24, 25; Deuteronomio 19:21). Según esta ley, el castigo que se imponía a un malhechor tenía que ser proporcional al mal que había cometido. *

Esta ley se aplicaba a quienes hacían daño a propósito a otras personas. En esos casos, la Ley mosaica decía: “Fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; la misma clase de defecto que le cause al hombre, eso es lo que se le debe causar a él” (Levítico 24:20).

 ¿Cuál era el objetivo de la ley del “ojo por ojo”?

La ley del “ojo por ojo” no daba permiso para vengarse. Más bien, ayudaba a los jueces nombrados a imponer castigos apropiados, ni demasiado severos ni demasiado blandos.

Esta ley también servía como medida disuasoria para los que hicieran daño a otros de manera intencionada o estuvieran pensando en hacerlo. Como la Ley misma explicaba, quienes vieran cómo se ponía en práctica la justicia de Dios tendrían miedo y nunca volverían a “hacer ninguna cosa mala como esta” (Deuteronomio 19:20).

 ¿Deben seguir los cristianos la ley del “ojo por ojo”?

No, los cristianos ya no están obligados a seguir esta ley. Era parte de la Ley mosaica, que quedó anulada con la muerte de Jesús (Romanos 10:4).

De todos modos, esta ley nos ayuda a entender la manera de pensar de Dios. Por ejemplo, muestra que Dios valora la justicia (Salmo 89:14). También nos enseña que él considera justo que quienes hacen algo malo deben ser castigados “hasta el grado debido” (Jeremías 30:11).

 Conceptos erróneos sobre la ley del “ojo por ojo”

Lo que algunos creen: La ley del “ojo por ojo” era demasiado severa.

La verdad: Esta ley no favorecía que se aplicara la justicia de manera severa ni cruel. De hecho, cuando se aplicaba correctamente, los jueces nombrados solo podían decidir el castigo después de analizar las circunstancias y el grado de intencionalidad del ofensor (Éxodo 21:28-30; Números 35:22-25). Por lo tanto, la ley del “ojo por ojo” evitaba que se impusieran castigos excesivos.

Lo que algunos creen: La ley del “ojo por ojo” promovía un ciclo interminable de venganza.

La verdad: La Ley mosaica decía: “No debes tomar venganza ni tener rencor contra los hijos de tu pueblo” (Levítico 19:18). Así que, en vez de promover la venganza personal, la Ley animaba a confiar en Dios y en el sistema legal que él había establecido para corregir cualquier mal (Deuteronomio 32:35).